Canción del Instituto

Formador de la tierna adolescencia,
compañero silencioso en el crecer,
que genera en las mentes incipientes
el deseo fervoroso de aprender.

Fuiste hogar corrector de mis desvíos,
alentaste mi paso al caminar,
me enseñaste la virtud y el desafío
y me diste las alas al volar.

Aprender a ser.
Aprender a ser.
Sueño de quien ha sabido
el por qué de su existencia comprender.

En tus aulas sentí las emociones
de aprender el honor y la lealtad
y el recuerdo imborrable en mi memoria
al haber conocido la amistad.

Tú conoces de ideales juveniles
que quizás nunca se plasmarán,
gesta heroica de puros corazones,
fuego eterno en continuo despertar.

Aprender a ser.
Aprender a ser.
Sueño de quien ha sabido
el por qué de su existencia comprender.

Hoy tus puertas nos reciben nuevamente,
que poco quizás de aquel zagal,
el crisol de la vida ha completado
el proyecto que empezaste a modelar.

Cuánto amor cobijan tus paredes,
cuánta risa y alegría tu costal.
Somos fuente de esperanza renovada
quienes hoy te queremos saludar.

Aprender a ser.
Aprender a ser.
Sueño de quien ha sabido
el por qué de su existencia comprender.

Autora: Susana Álvarez
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